lunes, 28 de junio de 2010

Los toros “artistas” de Juan Pedro deslucen el final de feria

Ficha del festejo
Toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados y descastados. Sin opciones para el lucimiento.
Morante de la Puebla. Ovación en ambos.
José María Manzanares. Ovación en ambos.
Cayetano. Silencio y ovación con leves pitos.

Más de media entrada en tarde agradable.


Desgraciadamente hoy tenemos que referirnos al refrán aquél que dice “corrida de expectación, corrida de decepción” para definir el festejo que puso el punto y final a la feria de este año 2010. Si ayer hablábamos de una efeméride que pasará a la historia de Las Palomas, el espectáculo vivido hoy se puede definir como algo muy alejado de lo que debe ser una corrida de toros. El principal causante del estropicio: Juan Pedro Domecq, que autodefine a sus toros de “artistas” y que ha enviado unos animales absolutamente vacíos de bravura. Astados que parecían clonados en hechuras y comportamiento, descafeinados por completo. En definitiva, el mundo al revés. O, mejor dicho, lo antagónico a la Fiesta. Ovaciones a los picadores por no cumplir con su cometido, toreros ejerciendo de auténticos enfermeros y, mientras tanto, el ganadero escondido en su burladero del callejón y el santo público algecireño aguantando sin rechistar un espectáculo lamentable.
Lo único salvable en lo artístico fue el toreo a la verónica de José Antonio Morante de la Puebla en el primero y algún que otro muletazo de bella factura por el derecho al cuarto de la tarde. También es de justicia destacar la voluntad de Manzanares y la predisposición de Cayetano en su primer toro, al que recibió con una larga cambiada de rodillas, cosa poco habitual en él.
Está claro que con corridas así no hacen falta antitaurinos para acabar con la Fiesta. Si falta el toro esto pierde todo su sentido y el público se siente estafado con su consiguiente huída de los tendidos. Es hora de que todos los que verdaderamente amamos el toreo alcemos la voz para denostar este tipo de tomaduras de pelo al que paga. Y la culpa no es sólo de Juan Pedro. Hay muchos cómplices, empezando por los propios toreros, que deben darse cuenta que están haciendo un flaco favor a aquello que les da de comer, que están matando a la gallina de los huevos de oro.
En fin, triste final para una feria donde hemos vivido de todo. Desde la grandeza del indulto de un toro bravo hasta el lamentable fiasco de hoy que nos deja un sabor agridulce. Corridas como esta deben servir para que tomen nota los que deben, algo que dudo que sea así, porque seguro que Morante, Manzanares y Cayetano seguirán apuntándose a muchas de Juan Pedro.

domingo, 27 de junio de 2010

Bonita corrida de toros de Juan Pedro Domecq para esta tarde


El ganadero sevillano Juan Pedro Domecq ha enviado una preciosa corrida de toros que será lidiada esta tarde por un cartel de lujo compuesto por Morante de la Puebla, José María Manzanares y Cayetano Rivera Ordóñez. Tan sólo fue rechazado uno de los ocho toros llegados desde la dehesa “Lo Álvaro” por inutilizarse los pitones tras rematar en los corrales ayer cuando fue desembarcado. El encierro, bien hecho, bajo y rematado de kilos ha gustado bastante a los profesionales y aficionados que esta mañana se han dado cita en las labores de apartado, sorteo y enchiqueramiento de las reses.

El orden de lidia es el siguiente:

1º- “Fantasía”. Nº 78. Pelo negro mulato. Peso 474 Kg. Juan Pedro Domecq.

2º- “Nodistillo”. Nº 88. Pelo negro zaíno. Peso 491 Kg. Juan Pedro Domecq.

3º- “Despótico”. Nº 81. Pelo negro zaíno. Peso 469 Kg. Juan Pedro Domecq.

4º- “Hopeo”. Nº 18. Pelo negro listón. Peso 485 Kg. Juan Pedro Domecq.

5º “Harbullisto”. Nº 12. Pelo negro listón. Peso 493 Kg. Juan Pedro Domecq.

6º “Grabador”. Nº 37. Pelo negro listón. Peso 504 Kg. Juan Pedro Domecq.

Sobrero 1º. “Declamador”. Nº 52. Pelo negro zaíno. Peso 532 Kg. Juan Pedro Domecq.

Sobrero 2º. “Fusilero”. Nº 190. Pelo negro listón. Peso 540 Kg. Núñez del Cuvillo.

El mayoral de la ganadería ha apostado por los toros números 81, 18 y 12, que se lidiarán en tercer, cuarto y quinto lugar, respectivamente, cada uno incluido en lotes distintos.

Datos de la ganadería
Representante: Juan Pedro Domecq Solís.
Finca: “Lo Álvaro”. Término municipal del Castillo de las Guardas (Sevilla).
Divisa: Blanca y roja.
Antigüedad: 2 de agosto de 1790.

Procedencia: Don Gregorio Vázquez lidia en la Real Maestranza de Sevilla los días 21 y 23 de abril de 1763 según consta en los anales de dicha plaza. En 1780, tras su muerte, se hace cargo de la ganadería su hijo don Vicente José Vázquez que, eliminando todo lo anterior la forma con reses del Marqués de Casa Ulloa, Béquer, Cabrera y Vistahermosa. A la muerte de don Vicente fue adquirida en 1830 por el Rey Fernando VII. A su muerte, la Reina Gobernadora la vendió en 1835 a los duques de Osuna y Veragua, quedando en 1849 como único propietario el duque de Veragua y a la muerte de este en 1866 su hijo don Cristóbal Colón de la Cerda. En 1910 pasó a su hijo don Cristóbal y Aguilera, de igual título, y este la vende en 1927 a don Manuel Martín Alonso.
En 1930 la adquiere don Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio que la incrementa con reses de del Conde de la Corte. Desde 1937 se anuncia como “Hijos de don Juan Pedro Domecq”, estando bajo la dirección de don Juan Pedro Domecq y Díez, aumentándola con reses de la ganadería de don Ramón Mora Figueroa procedente de don Francisco Correa y García Pedrajas, a las que se añadieron sementales del Conde de la Corte y Gamero Cívico. A su vez, don Juan Pedro vende todo lo puro de Veragua y la mayor parte del cruce Veragua – Conde de la Corte, de la que sólo quedan algunas vacas excepcionales. En 1939 se adquieren más hembras del Conde de la Corte. En 1975, a la muerte de don Juan Pedro Domecq y Díez, heredan su esposa e hijos pasando en 1978 el hierro original y una parte de reses a su hijo Juan Pedro Domecq Solís, actual propietario. Hoy día es un encaste propio del que procede gran parte de la cabaña brava.

Tarde histórica en Las Palomas con el indulto de un bravo Cuvillo


Ficha del festejo
Toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados que dieron un juego extraordinario menos los dos últimos. Destacaron 1º, 2º, 3º y 4º.
Julián López “El Juli”. Oreja y oreja.
Sebastián Castella. Dos orejas y ovación.
Miguel Ángel Perera. Dos orejas y rabo simbólicas y ovación.

Más de media entrada en tarde veraniega.

Han tenido que pasar justo dos décadas para que la plaza de Las Palomas vuelva a vivir el indulto de un toro desde que Emilio Muñoz le perdonara la vida a “Comedia”, de la ganadería de Cebada Gago, en aquella feria de 1990. Esta tarde un torero extremeño, Miguel Ángel Perera, y “Lanudo” del hierro de Núñez del Cuvillo han escrito una nueva página de oro en la historia taurina de esta ciudad.
Ya me lo vaticinó el ganadero, Álvaro Núñez Benjumea, cuando le pregunté por qué toros apostaba. Uno de los mencionados fue “Lanudo”, lidiado en tercer lugar, negro mulato de pelo, marcado con el número 74, y de 496 kilogramos. Qué suerte tuvo Perera y qué afortunado fue también “Lanudo” por encontrarse a un torero que supiera estar a la altura de su bravura. Los dos únicos inconvenientes que se le pueden poner al indulto son que prácticamente no se vio en el caballo -en un simulacro de tercio de varas- y que al final de faena escarbó varias veces. Salvedades superadas con creces por las innumerables embestidas del Cuvillo siempre humillando, galopando como los bravos, rebosándose de la muleta en cada pase. Miguel Ángel lo vio claro desde el principio. Con el capote ya se vaticinaba el comportamiento del animal que fue a más en todo momento y frente al que Perera cuajó simplemente una extraordinaria faena de principio a fin en los medios del ruedo. Temple, ligazón, profundidad y quietud fueron las claves de la gesta. Si el tercero era un animal inolvidable, el jabonero sexto fue para olvidar. Toro deslucido que nunca ofreció una embestida adecuada para crear arte. Pese a ello, Miguel Ángel Perera no se aburrió intentando una y otra vez un lucimiento imposible, algo que el público supo ver y agradecer.

“El Juli” ha vuelto a demostrar que atraviesa, yo me atrevería a decir, el mejor momento de su carrera profesional. El madrileño dejó patente su conocimiento de la lidia ante el que abría el festejo, astado con mucha calidad por ambos pitones que fue a más en la muleta y frente al que Julián cuajó una labor magistral. No hubo ni un sólo enganchón en su toreo que se fue haciendo más exigente conforme avanzó la faena. Un pinchazo le robó la segunda oreja. En cuarto lugar, saltó un colorado manso desde el inicio al que “El Juli” hilvanó una faena importante rubricada con la que posiblemente sea la estocada de la feria que hizo rodar sin puntilla al animal. Otra oreja de ley le garantizó la salida a hombros.

El francés Castella estuvo muy centrado toda la tarde. Primero ante un colorado bonito de hechuras, cuyo fondo de casta le hizo ir a más. Variado en quites emuló al maestro “Miguelín” lanceando por espaldinas. Con la muleta se encontró muy a gusto toreando en los medios por ambos pitones. Labor que caló hondo en los tendidos que pidieron las dos orejas tras un acertado volapié. Contradiciendo al refranero hoy el quinto ha sido junto al último el más malo de la corrida. El animal aunque noble pecó de poca humillación en sus embestidas y Castella hizo cuanto pudo, exprimiéndole al máximo sus pocas virtudes. Petición más sonora que con pañuelos. Ovación.

La afición algecireña se merecía una tarde de toros como esta que perdurará durante en el recuerdo, de las que hacen falta a la Fiesta ya que el perdón de la vida a un animal bravo es el culmen de todo aficionado, torero o ganadero que se precie. El toro “Lanudo”, al igual que lo hiciera su padre en Granada hace varios años de manos de Enrique Ponce, ganó la batalla a la muerte en la plaza. Confiemos en que esta vez no tengamos que esperar otros veinte años.

sábado, 26 de junio de 2010

Seis toros de Núñez del Cuvillo sustituyen a los inicialmente anunciados de Zalduendo


De nuevo se han producido problemas relativos a la aprobación de los toros que se iban a lidiar esta tarde en la plaza de toros de Las Palomas, en esta ocasión, al hierro de Zalduendo. Tan sólo tres astados de esta ganadería superaron el reconocimiento, motivo que ha obligado a la sustitución de la las reses por otras de Joaquín Núñez del Cuvillo. Estos serán lidiados esta tarde por un atractivo cartel compuesto por Julián López “El Juli”, Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera. El orden de lidia es el siguiente:

1º- “Campanito”. Nº 228. Pelo negro mulato. Peso 535 Kg. Núñez del Cuvillo.

2º- “Aguaclara”. Nº 105. Pelo colorado. Peso 478 Kg. Núñez del Cuvillo.

3º- “Lanudo”. Nº 74. Pelo negro mulato. Peso 496 Kg. Núñez del Cuvillo.

4º- “Volandero”. Nº 78. Pelo colorado. Peso 470 Kg. Núñez del Cuvillo.

5º “Galiano”. Nº 217. Pelo negro zaíno. Peso 510 Kg. Núñez del Cuvillo.

6º “Rescoldero”. Nº18. Pelo jabonero. Peso 511 Kg. Núñez del Cuvillo.

Sobrero 1º. “Lastimado”. Nº 236. Pelo negro zaíno. Peso 505 Kg. Núñez del Cuvillo.

Sobrero 2º. “Fusilero”. Nº 190. Pelo negro listón. Peso 540 Kg. Núñez del Cuvillo.

El ganadero Álvaro Núñez Benjumea considera que han traído una “muy buena corrida de toros a Algeciras después de algunos años sin venir a esta plaza”. En particular, apuesta por los astados que serán lidiados en segundo y tercer lugar por Castella y Perera, respectivamente. Se trata del número 105, “Aguaclara”, que procede de una de las reatas mejores de la ganadería y el 74, “Lanudo”, hijo de un toro indultado por Enrique Ponce en el Puerto de Santa María. Álvaro Núñez confía en que sus reses propicien el espectáculo en el coso de Las Palomas porque, “en conjunto, es un encierro bonitos y en el tipo de la ganadería”.

Datos de la ganadería
Representante: Joaquín Núñez del Cuvillo.
Fincas: “El Grullo” y “El Lanchar”
Divisa: Verde, blanca y roja.
Antigüedad: 13 de mayo de 1991.

Procedencia: Cuando se dividió la ganadería de Flores Albarrán, uno de los lotes le correspondió a Francisca Flores Sánchez, que vendió las reses en 1957 a los hermanos Osborne Domecq, los cuales sustituyeron la totalidad del ganado por vacas y sementales de José Luis Osborne. En 1982 fue adquirida por don Joaquín Núñez del Cuvillo, quien varió el hierro anterior y agregó varias puntas de vacas y sementales por lo que en la actualidad la ganadería está formada por cinco ramas, todas procedentes del Marqués de Tamarón. Tras once años de selección este ganadero ha conseguido crear un encaste propio y posicionado como uno de los hierros más importantes de la cabaña brava actual y preferido de las figuras del toreo.

Hermoso se impone a Ventura en Algeciras

Ficha del festejo
Toros de Fermín Bohórquez, bien presentados y que propiciaron el lucimiento. Destacaron 2º y 4º.
Fermín Bohórquez. Ovación y oreja.
Pablo Hermoso de Mendoza. Dos orejas y oreja.
Diego Ventura. Ovación y oreja.

Casi tres cuartos de entrada en noche de climatología agradable.

Aunque abría cartel el jerezano Fermín Bohórquez, la expectación del festejo de anoche estaba en el cara a cara entre las dos grandes figuras del rejoneo actual: Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, batalla en la que terminó imponiéndose el estellés. Es cierto que Mendoza tuvo en frente a mejores adversarios que Ventura, especialmente, el segundo de la tarde en el que los aficionados pudieron ver toreo a caballo de mucha calidad.

Pablo Hermoso recibió al excelente segundo astado de Bohórquez con Dalí, caballo anglo árabe de preciosa lámina y pelo alazán con el que mostró una despaciosidad exquisita ante la fuerte embestida inicial. Buen preludio de lo que llegaría minutos más tarde en banderillas montando a Chenel y a Ícaro, sin duda, lo mejor de la noche. Con el primero de los equinos, comenzó la sinfonía del maestro Hermoso quebrando en los medios y clavando con milimétrico ajuste. El toro era codicioso, tenía el motor que da la casta, siguiendo incansablemente casi en tres vueltas al ruedo consecutivas a caballo y caballero que pusieron al público en pie. Fue un auténtico derroche de temple con la grupa y dominio de la doma.
Ícaro, otro caballo estelar de la cuadra, no se quedó atrás de Chenel. Este arrogante animal de pelo bayo se arrimó como lo hacen las figuras del toreo. El rejoneador arriesgó al máximo dejándose llegar los pitones hasta el mismo pecho. Faena grande a la que puso broche de oro la espectacularidad de Hermoso y Pirata con las banderillas cortas. El pinchazo previo al rejón de muerte efectivo no evitó la concesión de las dos orejas y la merecida vuelta al ruedo al de Bohórquez. El quinto de la tarde, segundo de Pablo, fue completamente distinto. De salida manseó, doliéndose en banderillas y, como se dice en argot taurino mejicano, bastante agarrado al piso. Esto provocó que el rejoneador tuviera que llegarle mucho a la cara al astado. Mató de certero rejón y la tercera oreja fue a parar al esportón del navarro que consiguió abrir la segunda puerta grande en lo que va de feria.

En cuanto al portugués, sevillano de adopción, Diego Ventura, decir que no tuvo suerte con su lote. El tercero fue un toro muy justo de fuerzas al que Ventura intentó cuidar desde el principio clavando tan sólo un rejón de castigo. La sal que le faltaba al noble toro de Fermín Bohórquez la puso un afanoso Diego Ventura que conectó muy bien con los tendidos de Las Palomas, sobre todo, en un vibrante tercio de banderillas montando a Califa, uno de los caballos cabecera de su cuadra. Tras pinchazo y posterior rejón de muerte entero el público pidió la oreja, finalmente no concedida, debido a que la petición era más sonora que con pañuelos.
Diego Ventura salió a por todas en el que cerraba el festejo espoleado por el triunfo de Mendoza. Nada pudo hacer ante un animal cuya devolución fue protestada por el público de forma incomprensible alentado por el propio rejoneador que según lo visto parece desconocer que el reglamento no contempla la devolución de los toros por su comportamiento, sino cuando presentan taras físicas. Feo detalle el del rejoneador que intentó echar el público encima a la presidencia.
En banderillas el manso de Bohórquez se vino un poco arriba, aspecto que unido a la expectación que levantaron los bocados de Morante al toro propiciaron la concesión de una oreja.

En cuanto a Fermín Bohórquez, se mostró fiel a su estilo clásico en toda su actuación. En el que abría plaza estuvo correcto pero frío, faltándole la tan importante transmisión al respetable. Lo más notable de su lidia fueron las banderillas clavadas a dos manos. En el cuarto, otro buen toro de su propia ganadería, Bohórquez estuvo mejor en la larga distancia montando a un espectacular caballo castaño oscuro que recordaba al mítico caballo Banderín. El efecto fulminante del rejón final propició la oreja.

Noche entretenida en Las Palomas en un festejo que sirvió de preámbulo a los días fuertes del abono, hoy y mañana, con dos carteles muy rematados en los que se prevé una gran afluencia de público.






La espada priva a la terna del triunfo en Las Palomas



Ficha del festejo
Novillos de “Miguelín”, bien presentados y de extraordinario juego. Excepcionales 1º, 4º, 5º y 6º.
Salvador Barberán. Ovación y vuelta.
David Galván. Oreja y vuelta.
Miguel Ángel Sánchez. Oreja y ovación.

Un cuarto de entrada en tarde veraniega.


El mal manejo de los aceros ha privado a los diestros de salir a hombros por la Puerta de Feria en la novillada con picadores de abono celebrada en Las Palomas. El público se ha divertido en una tarde donde los seis utreros del hierro de la familia Mateo han propiciado el lucimiento.

Hoy se ha vuelto a demostrar que el toro es el verdadero protagonista de la Fiesta. La novillada que han enviado los hermanos Mateo a Las Palomas ha servido para resarcir el fiasco ganadero del pasado domingo. Un encierro de auténtico lujo, prácticamente todos los novillos han sido de orejas, los idóneos para tres jóvenes que quieren abrirse paso en esta difícil profesión. Lástima que Salvador Barberán, David Galván y Miguel Ángel Sánchez hayan marrado con la espada lo que hubiera sido un pleno al quince con la salida a hombros de los tres junto a los ganaderos.

El primero de la tarde, astado de bonita lámina y extraordinaria clase en sus embestidas, tuvo en frente a un Salvador Barberán a la altura de las circunstancias que dejó patente su oficio y el gusto en su forma de interpretar el toreo. Con el capote, destacaron las verónicas de trazo templado. Así lo requería el animal y así lo continuó haciendo en el último tercio el algecireño. Tras el brindis al maestro Ruiz Miguel, Barberán se fue a los medios y siguió ejecutando el toreo suave y despacioso tal y como el bravo animal requería. Se le veía al torero disfrutar frente al de “Miguelín”, tanto fue así que abusó de su bondad y demoró en demasía la faena, algo que le pasó factura a la hora de entrar a matar donde todo se fue al traste. Ovación tras aviso.
El cuarto, segundo del lote de Barberán, fue el más completo de la novillada. Un torete cuyas buenas hechuras ya cantaban el gran comportamiento que tuvo durante la lidia. En el recibimiento con el percal Salvador jugó bien los brazos ganándole terreno hasta los medios donde remató con la media. Bueno fue también el quite por chicuelinas posterior al puyazo en el que empujó con fijeza el animal. En banderillas destacó Víctor Nieto que saludó montera en mano tras dos buenos pares que dieron paso a la muleta.
Barberán no se lo pensó dos veces y comenzó a torear en los medios, sin probaturas, como debe ser cuando se tiene a un astado tan bravo. Junto a la boca de riego se desarrolló una faena de mucho empaque y profundidad por ambos pitones. Obra bella ante un novillo siempre entregado que repetía incansable, humillando, desplazándose y con el hocico cerrado. Cuando sólo faltaba la estocada para el triunfo, otra vez Salvador dejó la faena sin rematar para el desencanto del público. Quizás el reiterado fallo a espadas frenó la petición de la que hubiera sido una más que merecida vuelta al ruedo del astado. Vuelta que sí dio el diestro con lágrimas de impotencia en su rostro.
El torero de La Isla de San Fernando, David Galván, ha causado una excelente impresión en su presentación en Las Palomas. Se las vio ante el novillo con menos clase de la tarde, un castaño más corto de cuello que sus hermanos de camada al que le faltó entrega y humillación en sus embestidas. El de “Miguelín” era noble, prestándose más al lucimiento por el derecho que por el izquierdo. Estocada tendida y oreja. En quinto lugar Galván se enfrentó a otro utrero de notable comportamiento. Nuevamente, saludaron montera en mano subalternos algecireños, en este caso Daniel Duarte y Rafael Limón, tras cuajar un buen tercio de banderillas.
David Galván demostró que tiene ganas y condiciones para ser torero. Más pausado que en su primero, dibujó derechazos exquisitos, fruto de una buena colocación. Dicen que para ser torero hay que parecerlo, y Galván cuajó una labor de mucha torería, con personalidad y entrega, queriendo hacer las cosas con sentimiento en la cara del novillo. Desgraciadamente, nuevo borrón al final por culpa de la tizona quedando todo en una vuelta al ruedo.
Miguel Ángel Sánchez, fraguado en la Escuela Municipal de Tauromaquia de Algeciras, ha sabido estar a la altura del compromiso tan importante que tenía hoy ante su público la tarde en la que debutaba con picadores. Desde el principio el algecireño salió a por todas, como debe salir un chaval que empieza. Instrumentó dos largas cambiadas de rodillas para recibir al tercero de la tarde, utrero que fue de más a menos presentando complicaciones por el lado izquierdo en la muleta. La entrega es lo primero que hay que exigirle a un novillero y así lo entendió Sánchez a quien sus ganas de triunfo le llevaron a protagonizar un accidentado tercio de banderillas en el que fue volteado hasta en dos ocasiones. En el último tercio, tras brindarle al alcalde, Tomás Herrera, logró los mejores compases de la faena con la mano diestra que le sirvieron para obtener un trofeo de un animal venido a menos.
Después de casi tres horas de festejo salió el sexto, también en la misma tónica de presentación y comportamiento que el resto de la novillada. Lo mejor llegó con los palos, en un tercio donde fue invitado a participar Andrés Becerra “Corruco de Algeciras” que junto a Sánchez consiguió levantar al público de sus localidades. La lectura negativa de las banderillas fue el excesivo número de capotazos que se le robaron al de “Miguelín”, algo que influiría en el último tercio de la faena cuando el utrero vino a menos en su comportamiento. Tras un mal manejo de los aceros Miguel Ángel Sánchez volvió a ser recompensado por el calor del público de Las Palomas.





lunes, 21 de junio de 2010

Enrique Ponce abre la Puerta de Feria desplegando su magisterio


Ficha del festejo

Toros de Santiago de Domecq, desiguales de presentación y juego. En líneas generales faltos de casta. Destacaron tercero y cuarto. Enrique Ponce. Ovación y dos orejas."El Fandi". Ovación y oreja."Daniel Luque". Oreja y ovación.Media entrada en tarde agradable donde el viento molestó en ciertos momentos de la lidia.

La terna ha estado muy por encima de las reses que han saltado esta tarde al ruedo de Las Palomas en el festejo que abría la feria. Tarde con poco contenido donde ha sobresalido la maestría de Enrique Ponce y las ganas de agradar al público tanto de David Fandila “El Fandi” como del sevillano Daniel Luque que consiguieron puntuar ante lotes imposibles.
Se esperaba bastante más de la ganadería de Santiago Domecq, que ha enviado una corrida a Algeciras vacía de casta y con un trapío insuficiente para esta plaza. Los momentos más lucidos fueron obra del maestro Ponce que, en primer lugar, tuvo en frente a un animal alto de agujas, lavado de cara y escurrido de carnes que nunca humilló y que desarrolló sentido en el último tercio. Tanto fue así que lo prendió por la axila cuando toreaba por el derecho, haciéndole pasar momentos angustiosos. El cuarto, un toro chorreado en verdugo, el de mejores hechuras del encierro, tuvo calidad por ambos pitones aunque las fuerzas muy justas. Ponce desplegó su conocimiento de los terrenos, su sentido del temple y consiguió construir una faena de calidad con muy pocos mimbres. Como suele ser habitual en el de Chiva, le aplicó al de Domecq la receta adecuada, la medicina justa en un trasteo dilatado con altas cotas de calidad que levantaron al público de sus asientos. Esta vez no falló con los aceros, logrando una estocada corta en lo alto que fue recompensada con dos orejas.
“El Fandi” tampoco defraudó al respetable. El granadino se vació con capote, muleta y banderillas poniendo primero toda la carne en el asador frente a un jabonero que fue de más a menos, inservible para el lucimiento en el último tercio. En el quinto, noble pero en la misma línea de sus hermanos, David no se aburrió y consiguió divertir a los presentes con los rehiletes optando por una faena donde no faltaron los recursos de cara a la galería muy del gusto de los tendidos de sol. Oreja a la voluntad.
El torero de Gerena Daniel Luque demostró su mejor cara de esta temporada a pesar de encontrarse con un lote que le ofreció pocas posibilidades. Parece ser que Luque ha superado ya el bache por el que pasó a principios de temporada y ha recuperado la ambición que siempre le ha caracterizado. En el tercero estuvo muy decidido desde que se abrió de capa. Con la muleta el secreto estuvo en la ligazón, dejándole al toro siempre la muleta en la cara y sacando agua de un pozo casi seco de bravura. Estocada y oreja de ley. El que cerró plaza, un colorado feo de hechuras, iba constantemente con la cara a media altura y sin ningún tipo de transmisión. Una fea estocada que hizo guardia emborronó en parte la más que digna actuación del sevillano que terminó desesperado ante el fiasco ganadero. Lo mejor de la tarde, el público que demostró su entrega incondicional hacia los toreros y agradeció en todo momento lo poco bueno que les ofreció un espectáculo donde faltó lo que da razón de ser a la Fiesta: el toro. Esperemos que se enmiende la plana en festejos sucesivos.

Ponce se muestra "muy ilusionado" antes de actuar en Algeciras en su vigésimo año de matador de toros


Apenas tres horas antes de hacer el paseíllo en el ruedo de Las Palomas, el maestro valenciano Enrique Ponce ha atendido con la sencillez y amabilidad que le caracteriza al periodista Javier Gil Belmonte, en una entrevista concedida en exclusiva. Confiesa que esta temporada en la que conmemora el veinte aniversario de su alternativa está siendo muy especial para él. Un año en el que ha optado por ser más selectivo en sus comparecencias y donde intenta saborear al máximo su posición privilegiada en el toreo.

En esta tierra Enrique Ponce ha logrado faenas que perduran en el recuerdo de los aficionados, como aquella al bautizado como "toro del viento", un sobrero de los herederos de Manuel Álvarez al que cortó las dos orejas sobreponiéndose al fuerte levante que soplaba. Esta y otras tardes en Las Palomas están muy presentes en la mente del maestro que se muestra bastante ilusionado ante su actuación en Algeciras: "Es una plaza a la que vengo muy a gusto, debido a que son muchos años los que llevo viniendo y siempre he sentido el respeto y el cariño de esta afición". En tardes como la de hoy, el maestro actúa con toreros más jóvenes que él, "algo que es bonito", afirma Enrique, "porque uno siente el respeto de ellos hacia ti y eso te hace estar a gusto. En muchas ocasiones actúo con matadores que cuando aún no habían nacido, yo ya estaba delante del toro".Desde que tomara la alternativa el 16 de marzo de 1990, el de Chiva ha estoqueado más de 2.000 toros, conquistando todas las plazas del mundo, consagrándose como uno de los mejores matadores que ha dado la historia del toreo reciente. Dicen que ser figura del toreo es un milagro que sólo consiguen muy pocos. Sobre este asunto, Enrique Ponce sostiene que las claves de su éxito han sido, "además de las dotes que Dios te da, la superación diaria, no estancarte. Para ello, es fundamental tener una afición desmedida, amar tu profesión y dedicarle todo el tiempo que exige". Habiéndolo conseguido prácticamente todo afirma que sigue vistiéndose de luces “motivado, principalmente, por la superación personal y por la satisfacción que me aporta cuajar una faena a gusto”. No obstante, sabe que el final de su carrera se aproxima, "tarde o temprano tiene que ser el momento de decir adiós aunque ahora mismo no pienso. Estoy en el mejor momento artístico de mi vida y no me planteo una retirada inminente, aunque soy consciente de que son muchos años, muchas corridas lidiadas y la familia también cuenta bastante".

Por el bien de la Fiesta, esperemos dicha decisión llegue dentro de bastante tiempo ya que la tauromaquia de Ponce parece no tocar techo. Al maestro no hay toro que se le resista, sea cual sea su encaste o condición, su toreo se aquilata con el paso de los años logrando el gran mérito de hacer fácil algo tan heroico como es jugarse la vida delante de un animal bravo.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Reflexiones tras compartir mesa y mantel con el empresario de Sevilla


Apenas acabo de llegar de la tercera reunión de nuestra Tertulia Taurina de Algeciras y ya tengo inquietud por escribir estas líneas que, en primer lugar, tienen que ser de agradecimiento hacia Ramón Valencia, empresario de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, y a Pedro Rodríguez Tamayo, un sevillano, bilbaíno de adopción, aficionado de reconocido prestigio y amigo de la familia Canorea. Gracias a ambos por hacer el esfuerzo de venir desde Sevilla hasta Algeciras, a pesar del temporal, para compartir con este grupo de aficionados una tarde de sobremesa taurina.

Si algo saco en claro después de conocer personalmente a don Ramón y a don Pedro es que la empresa Pagés, con una tradición de 77 años, está en manos de empresarios. Ustedes dirán “anda que Javier ha descubierto la pólvora”. Sé que es una perogrullada pero hago hincapié en este término diferenciándolo del concepto de empresario taurino y los que conocen el toreo por dentro saben a lo que me refiero. El empresario taurino es una figura defendida por los que se autodenominan “románticos” de la Fiesta. Para que ustedes me entiendan, un señor que supuestamente ama el toreo, al que lo único que le preocupa es organizar carteles rematados y que está en esto “por amor al arte”, nunca mejor dicho. Pero nada más lejos de la realidad. Permítanme que les diga -y les hablo con conocimiento de causa- pero los mencionados empresarios taurinos son los que más daño le hacen a la tauromaquia. En qué cabeza cabe que una empresa puje por obtener la concesión de una plaza de toros sin realizar un estudio previo de mercado, centrándose solamente en ofrecer más espectáculos que el anterior adjudicatario ¿Qué se trata del pliego de condiciones de una plaza de tercera en la que antes se daban dos novilladas? No importa, yo que soy el más “romántico” del toreo, ofrezco dos corridas de toros con las primeras figuras y ya después “me las arreglaré como pueda”. Imagínense el arreglo por dónde sale, pero lo que está claro que las cuentas tienen que cuadrar y nunca suele perder el “romántico” de turno que termina recortando los honorarios de toreros, ganaderos o comprando ganado de baja calidad, resultando perjudicado el espectáculo y, por ende, el que paga.

Cambiando de asunto, durante el trascurso de la tertulia era ineludible hablar sobre la no presencia de José Tomás un año más en el coso del Baratillo. Después de la razonable explicación de Valencia uno llega a la conclusión de que ni la empresa es tan “mala” ni el torero es tan “bueno”. Creo que el tema sobrepasa lo meramente económico. Son muchas ferias de abril sin José Tomás, demasiados desencuentros en los últimos años que hacen que, en mi modesto entender, sea una cuestión más de soberbia por parte del diestro que de otra cosa. Ojo, y no digo que el de Galapagar no tenga sus razones -que seguro las tendrá- porque soy de los que piensan que en las guerras todas las partes tienen su parte de culpabilidad. Aunque bien es cierto que nuevamente la Fiesta se queda sin un acontecimiento de primer nivel por culpa de los dichosos intereses particulares. No vale de nada que estemos defendiéndonos de la oleada antitaurina actual si después los primeros interesados no son capaces de cuidar lo que tienen entre manos. Qué buena oportunidad hemos perdido en un momento tan delicado para la tauromaquia de ver la reaparición de José Tomás en la Maestranza. Hubiera sido un acontecimiento de primer nivel capaz de poner en portada al toreo en todos los medios de comunicación y de “darle donde más les duele” a los que quieren coartarnos nuestro derecho a ser taurinos.
En fin, nos tendremos que resignar haciendo alusión a aquella frase tan utilizada por don Diodoro Canorea, que en paz descanse, cuando las cosas no le salían como quería: “La plaza está ahí y habrá más ferias de abril”.