lunes, 21 de junio de 2010

Enrique Ponce abre la Puerta de Feria desplegando su magisterio


Ficha del festejo

Toros de Santiago de Domecq, desiguales de presentación y juego. En líneas generales faltos de casta. Destacaron tercero y cuarto. Enrique Ponce. Ovación y dos orejas."El Fandi". Ovación y oreja."Daniel Luque". Oreja y ovación.Media entrada en tarde agradable donde el viento molestó en ciertos momentos de la lidia.

La terna ha estado muy por encima de las reses que han saltado esta tarde al ruedo de Las Palomas en el festejo que abría la feria. Tarde con poco contenido donde ha sobresalido la maestría de Enrique Ponce y las ganas de agradar al público tanto de David Fandila “El Fandi” como del sevillano Daniel Luque que consiguieron puntuar ante lotes imposibles.
Se esperaba bastante más de la ganadería de Santiago Domecq, que ha enviado una corrida a Algeciras vacía de casta y con un trapío insuficiente para esta plaza. Los momentos más lucidos fueron obra del maestro Ponce que, en primer lugar, tuvo en frente a un animal alto de agujas, lavado de cara y escurrido de carnes que nunca humilló y que desarrolló sentido en el último tercio. Tanto fue así que lo prendió por la axila cuando toreaba por el derecho, haciéndole pasar momentos angustiosos. El cuarto, un toro chorreado en verdugo, el de mejores hechuras del encierro, tuvo calidad por ambos pitones aunque las fuerzas muy justas. Ponce desplegó su conocimiento de los terrenos, su sentido del temple y consiguió construir una faena de calidad con muy pocos mimbres. Como suele ser habitual en el de Chiva, le aplicó al de Domecq la receta adecuada, la medicina justa en un trasteo dilatado con altas cotas de calidad que levantaron al público de sus asientos. Esta vez no falló con los aceros, logrando una estocada corta en lo alto que fue recompensada con dos orejas.
“El Fandi” tampoco defraudó al respetable. El granadino se vació con capote, muleta y banderillas poniendo primero toda la carne en el asador frente a un jabonero que fue de más a menos, inservible para el lucimiento en el último tercio. En el quinto, noble pero en la misma línea de sus hermanos, David no se aburrió y consiguió divertir a los presentes con los rehiletes optando por una faena donde no faltaron los recursos de cara a la galería muy del gusto de los tendidos de sol. Oreja a la voluntad.
El torero de Gerena Daniel Luque demostró su mejor cara de esta temporada a pesar de encontrarse con un lote que le ofreció pocas posibilidades. Parece ser que Luque ha superado ya el bache por el que pasó a principios de temporada y ha recuperado la ambición que siempre le ha caracterizado. En el tercero estuvo muy decidido desde que se abrió de capa. Con la muleta el secreto estuvo en la ligazón, dejándole al toro siempre la muleta en la cara y sacando agua de un pozo casi seco de bravura. Estocada y oreja de ley. El que cerró plaza, un colorado feo de hechuras, iba constantemente con la cara a media altura y sin ningún tipo de transmisión. Una fea estocada que hizo guardia emborronó en parte la más que digna actuación del sevillano que terminó desesperado ante el fiasco ganadero. Lo mejor de la tarde, el público que demostró su entrega incondicional hacia los toreros y agradeció en todo momento lo poco bueno que les ofreció un espectáculo donde faltó lo que da razón de ser a la Fiesta: el toro. Esperemos que se enmiende la plana en festejos sucesivos.

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