miércoles, 4 de julio de 2012

Monje corta la única oreja de la tarde en Las Palomas

Menos de un cuarto de entrada. Novillos de “Miguelín”, bien presentados y faltos de casta, en líneas generales. José Monje. Ovación y oreja. Álvaro Sanlúcar. Ovación en ambos. Antonio Santana. Ovación y palmas. La feria taurina 2012 ha comenzado con mal pie esta tarde en Las Palomas, con un festejo para olvidar, donde el único novillero que consiguió tocar pelo fue el jerezano José Monje. Por lo demás, un ramillete de lances de Álvaro Sanlúcar y la voluntad del debutante, Antonio Santana, se salvaron de la quema. Si ayer destacábamos el excelente juego de los erales de la ganadería de “Miguelín”, veinticuatro horas más tarde tenemos que lamentar la falta de casta de los utreros del mismo hierro. El único que ofreció más posibilidades para el lucimiento fue el cuarto. Astado serio de pitones, con clase en sus embestidas, tampoco muy sobrado de fuerza, y frente al que José Monje dejó patente un toreo elegante. Planteó una faena bien cimentada de principio a fin en la que destacaron las series con la diestra. Un pinchazo precedió a la estocada que le sirvió para cortar la oreja. Frente al que abría plaza, Monje no se terminó de confiar, en una actuación insulsa. Cuando salió el quinto, parecía que el festejo se iba a venir arriba, tras el excelente recibimiento con el percal de Álvaro Sanlúcar. Apenas fueron tres verónicas, pero tuvieron tanto sabor, que dejaron entrever que huele a torero importante. Tras el tercio de varas, volvía a repetirse la historia. El novillo al suelo y pañuelo verde que lo enviaba a los corrales. Quizá la presidencia debió dar tiempo al astado, de gran calidad, para que se recuperara. A partir de ahí, se esfumaron las esperanzas de triunfo y volvió el aburrimiento, con la devolución también del sobrero, que se partió un pitón por la cepa. Por si fuera poco, los bueyes no estaban por la labor y el regreso del animal a los corrales fue interminable. Salió otro soso utrero frente al que poco pudo hacer el sanluqueño, que, en su primero, también destacó con la capa, interpretando un exquisito quite por delantales. Cerraba la terna Antonio Santana que debutaba con picadores. Mejor en el sexto que en el tercero, el malagueño estuvo voluntarioso pero falto de oficio. En definitiva, tarde que no permanecerá en el recuerdo de los aficionados.

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